daños de la capa de ozono

 

  Cambio climático|Foto:telecinco.es

Hoy en día en cualquier parte de Europa, media hora de exposición intensiva al sol estival del mediodía puede ser suficiente para bañar la piel. Hace solo 30 años eso no era así. Y la razón es que en estas tres últimas décadas la capa de ozono que nos protege de los rayos uva se ha reducido enormemente.
Dr. Charles Renoirt, Instituto Dermatológico Jules Bordet, Bruselas, habla de este problema tan grave: "Desgraciadamente los cánceres de piel son cada vez más frecuentes y hay varias razones para esto. Una de ellas es que durante las últimas décadas la gente se ha estado exponiendo cada vez más al sol. La otra es la reducción de la capa de ozono. Muchos turistas olvidan los cuidados más elementales a la hora de exponerse a los rayos".
"Cuando veo como la gente queda expuesta a los rayos de sol en algunas playas. Comienzo a preocuparme porque yo soy el que ha diagnosticado pacientes que sufren cáncer de piel. Hay razones para alarmarse y hay mucho que hacer en materia de prevención", añade el Dr. Renoirt.
Es muy fácil protegernos de los efectos más nocivos de los rayos uva, evitando el sol del mediodía, y utilizando cremas de protección solar. Jamás debemos permitir que los niños quemen con el sol. Los rayos uva tienen una influencia tan grande que puedan reducir las cosechas, influyen en la reducción de capturas de pescado y dañan los materiales como el plástico.
El ozono es una molécula altamente oxidable, que puede causar problemas de respiración si se inhala. Por esta razón no es algo que deseemos tener al nivel del suelo en donde si aparece, es por culpa de la contaminación. Durante la década de los 70, varios científicos descubrieron que el frágil equilibrio de esta capa estaba siendo perturbado por la actividad humana.
Se dieron cuenta de que es especialmente preocupante era el caso de los gases CfC. Estos gases estaban ascendiendo gradualmente a la atmosfera y destruyendo las moléculas de ozono a través de una compleja cadena de reacciones químicas.
En 1987, Delegados de todo el mundo se reunían en Montreal para firmar un histórico acuerdo internacional con el fin de eliminar progresivamente el uso de CFCs. En Montreal se acordó igualmente que otros productos químicos que atacan la capa de ozono, serian abandonados igualmente al cabo de un periodo más largo